jueves, 11 de julio de 2013

REVOLUCIONES DOGMÁTICAS

Hace escasas jornadas asistimos al pronunciamiento militar contra el gobierno egipcio de los islamistas. Yo no sé mucho de las bases ideológicas de cada uno de los partidos que componen el sistema electoral de Egipto, pero aprovecho lo sucedido para hacer una crítica a esos partidos que aún se basan en preceptos religiosos.

Tal vez esto les suene, ya que ya escribí hace tiempo una entrada en que se criticaba duramente al dogmatismo de las religiones en el funcionamiento de la vida política, y ergo social. Tal entrada era "¿POR QUÉ LA POLÍTICA HA DE ALEJARSE DE POSTURAS DOGMÁTICAS?" http://loterrenaldelopolitico.blogspot.com.es/2013/04/por-que-la-politica-ha-de-alejarse-de.html

Aunque aquí me voy a centrar más en la crítica del papel que intentan de forma desesperada representar las religiones y sus dogmas en cualquier revolución de carácter social.

Las revoluciones son un asunto social, de carácter político y científico, donde las religiones con su "buen hacer" no deberían tener cabida, ni las religiones, ni cualquier sistema dogmático ni supersticioso. Para que una sociedad avance hacia el más rico de los progresos, se ha de despojar de aquello en que "siempre" creyó. En una sociedad nueva, "moderna" y "civilizada", ser dogmáticos, y además aplicarlo a las bases ideológicas de un partido debería estar totalmente descartado, por no decir erradicado.

Asimismo, no tendría que haber ningún representante - y debería estar totalmente prohibido - de las religiones en las cámaras representativas de los ciudadanos. Durante mucho tiempo hemos hecho demasiado caso a lo que nos han dicho y hecho creer, y el resultado ha sido catastrófico.

Mientras haya gente resentida, con miedo y sin sucumbir a los saberes de la Ciencia, única religión que profeso y profesaré nunca, esta sociedad jamás avanzará hacia la modernidad. Y si para ello, hemos de dejar atrás muchas tradiciones ancestrales, ¡que así sea! El mundo, ahora más que nunca, necesita de razón, Ciencia y pensamiento.

Las religiones nos han llevado a la extinción de los instintos del hombre, el sexo, la voluntad, la innata curiosidad... y si no recuperamos con prontitud y celeridad los instintos que nos hicieron evolucionar, veo que la extinción de la humanidad acecha por la vuelta de la esquina. Las religiones, en conclusión, son el cáncer de la sociedad, y los cánceres se curan erradicándolos.


Espero, les haya gustado la entrada. 


domingo, 21 de abril de 2013

¿POR QUÉ LA POLÍTICA HA DE ALEJARSE DE POSTURAS DOGMÁTICAS?

En muchos países, y hoy día lo estamos pudiendo ver, el dogmatismo religioso influencia mucho la opinión ideológica y, ergo, política. Cada día observamos cómo líderes mundiales van a iglesias, mezquitas, sinagogas, etc... para dar gracias a un ser transcendental por el éxito político cosechado.

La política, como ciencia social que es, debería estar totalmente apartada de esas posturas dogmáticas que mezclan ritos y pensamientos nada lógicos, racionales o naturales. ¿Cómo puede negar un hombre o una mujer su apetito sexual, sus deseos de comida, el disfrute de esta vida? No podemos negar ciertas cosas que nos son intrínsecas. Somos un manojo de fluidos metidos en una olla a presión a la que desde fuera calientan de diferentes formas, y con distintos objetivos. La política debería interesarse por lo que realmente quiere la especie, en todo su conjunto, con sus "cosas" buenas y malas. Ningún papa, obispo, monje budista o radical islamista debería dictar nunca a un político qué ha de hacer, qué leyes ha de imponer y cuáles derogar. Un político ha de ser capaz de decir basta y de construir un muro infranqueable entre dogmatismo ilógico e inútil, y pragmatismo lógico, natural, racional. Tal vez estas palabras caigan en muchos con desacuerdo.

Tal vez el problema, o uno de los principales, mayor que tiene la política sea que los políticos, tanto de un "bando" como del otro, no han sabido despreciar las órdenes que oían por parte de los dirigentes espirituales del mundo. Si, en realidad, ellos son los que, aún, en muchas partes del globo terráqueo mandan. Y no sólo está el problema de las religiones, sino también de las sectas, pseudosectas y pseudociencias cuyo único acometido es entrar en las instancias públicas e imponer sus reglas sectarias a la sociedad civil. No sólo el problema es del dogmatismo, sino su puesta en práctica en la sociedad, vulnerando en muchas ocasiones algunos derechos naturales; esos derechos que pertenecen al ser humano por simple evolución. Y un claro ejemplo es la ley del aborto en España, que está siendo muy discutida entre los que están a favor, colectivos feministas, asociaciones, partidos de izquierda, y los que están por derogarla, los que están en el poder, Partido Popular (PP), y, por lo visto, la iglesia católica española. Pero, ¿no ven estos señores, solteros por imposición y solitarios por carácter, que una mujer ha de tener todo derecho a decidir sobre su feto o lo van a criar ellos cuando venga al mundo? La respuesta es simple, a la par que rotunda "No". Ellos cuestionan que la vida se ha de proteger desde la concepción, también así deberíamos proteger a un virus, una bacteria o, ¿acaso no tienen vida también y con los antivirales y antibióticos los aniquilamos? El debate está claro, "Quien pare, manda", y no hay nada más que hablar. Pero el meollo no es ése, sino otro que iba buscando...

La ciencia ha de ser un arma lógica, natural, racional  para llevar las riendas de una humanidad, que si no actúa con prontitud y celeridad, puede acabar muy pronto en decadencia. La humanidad, a todos los niveles, necesita de unos o unas líderes que sepan guiar el camino a seguir, alejándose de posturas dogmáticas y acercándose, acariciándose al pragmatismo que ofrece la alternativa única y necesaria de la ciencia, en todo su conjunto.


Espero que os haya gustado la entrada. Y hasta la próxima. Por cierto, anuncio cambios que iré desvelando próximamente. 

miércoles, 27 de marzo de 2013

CIENCIA Y POLÍTICA

Sabemos que la política actual se basa muchas veces en las emociones del electorado, y más en campaña electoral donde unos y otros se juegan el pellejo y la llegada al gobierno. La política ha dejado de ser un cambio continuo para pasar a ser a un ser estático, que no sufre ni ve cambios. Y he aquí el error por el cual hoy los políticos, más que la política, están pagando esa animadversión, desafección creada. Y tardará mucho en recuperarse esos niveles normales de moderantismo en la población que daban un cierto crédito a la clase política de turno. Me di cuenta, ya hace días, que la política no me satisfacía del todo, que lo hacía en mayor medida la ciencia, junto con otras disciplinas humanas. Se me abrió el balcón, la terraza que ya hacía tiempo se me había cerrado bajo llave a una realidad innegable e inherente a mi persona, a mi ser.

La ciencia quiere, pero no puede, o no la dejan, estar más presente en la política. Creedme, si lo estuviese todo iría mejor. El problema que tiene  la política a la hora de concebir gobernar con ciencia es ni más ni menos que la renuncia a ciertas cosas, o afirmaciones que habían tenido los políticos por ciertas e irrefutables. A un político le cuesta mucho aceptar que la Tierra no es el centro del universo, porque ello significa que él no es el centro del cosmos que se creó en un principio bajo unas ideas que no son, ni para nada, sanas ni naturales. La política ha de hacer más caso a lo que los científicos dicen, predicen y establecen con datos e investigaciones que valen su peso en oro, ya que el nivel de vida que tenemos, aunque no lo veamos así en mayor o menor medida, viene en su gran mayoría de los avances en ciencia y tecnología del último siglo, de esos avances que los políticos aceptan a regañadientes. Si un político supiese cómo se controlan las voluntades, o emociones de una persona, se ganaría mejor al electorado. Y lo que he podido leer en varios libros es que hay países que viven con un nivel de amargura y pena mayor que otros debido a que ponen, por imposición o añadidura, al Estado por encima del bien individual. Es ahí donde las desigualdades se notan con más fuerza. Hay países, tipo Reino Unido o EE.UU que ponen en ecuanimidad al Estado con el ciudadano. Puede que de esa desigualdad parta la mayor indignación de hoy día con la clase política.

Un científico conoce, dentro de su ámbito, todos los procesos naturales por los que la vida, biológica, no social, aunque esta se ve influenciada por la biología en un modo u otro, funciona y tiene mecanismos por los que adaptarse al medio cambiante. La política, en muchas ocasiones, no ve la realidad cambiante del medio que gobierna, no, sino que se dedica más a pensar cómo desprestigiar al oponente para que caiga en descrédito y, así, ganar las elecciones o sea cual sea el fin de esos despropósitos. La ciencia, y esto los políticos se lo han de grabar a fuego candente en la sesera, debe ya irrumpir en la sociedad, tener más implicaciones sociales. Ha de servir de arma conexa con todos los sectores. Porque la ciencia, queridos lectores, no es de izquierdas ni de derechas, sino es ciencia y lo que es, es. Y no hay más. La ciencia es importante, más que la política diría yo.


Espero que hayáis disfrutado con la entrada. Por mi parte, me gustaría que, en su caso, me notificarais, vosotros, mis queridos lectores, cualquier fe de erratas en el texto. Será bienvenida. 


jueves, 14 de marzo de 2013

NOMBRES Y MANIPULACIÓN POLÍTICA E IDEOLÓGICA

Muchas veces hemos oído, oímos y oiremos en las noticias que ciertas regiones del mundo quieren la autodeterminación y cambiar el nombre de donde viven. Es una especie de independencia, pero no en su totalidad. Más bien se trata de una simbiosis. "Tú dame a mí y yo te protegeré". Si al fin y al cabo, es todo biología y evolución neodarwianana, aunque a veces algunos se obcequen en no admitirlo.

Yo estoy completamente de acuerdo y siempre lo he estado y estaré con que los pueblos que por cualquier motivo se sienten diferentes del territorio en que se encuentran deban poder decidir sobre su futuro. Ahora bien, han de valorar todos los pros y contras, porque una vez tomada la decisión, ya nunca habrá marcha atrás. Es una decisión que ha de estar muy meditada, pero centrémonos en el meollo del tema...

En muchas ocasiones, se me pregunta sobre si cambiaría el nombre de la región donde vivo, Valencia, de "Comunitat Valenciana", "Comunidad Valenciana" para que me entiendan los lectores que no sepan ni hablar ni leer el valenciano, a "País Valencià", "País Valenciano". Y mi respuesta es simple y contundente en todas sus veces: "No me importa el nombre, no me importa la forma, sino el fondo, es decir, a mí me trae sin cuidado alguno si se llama "Valencia", "Comunitat" o "País"... lo que me importa es la gente que está dentro de ese territorio. Me da igual con tal de ver una sociedad más culta, más enterada y sabedora de lo que acontece a su tierra, más cultivada en todos los aspectos".  Considero que la forma que se le quiere a dar un territorio, apartándolo del fondo, que al fin y al cabo es lo que verdaderamente importa, porque los nombres vienen y van, pero el ser humano ahí se queda, no es más que una burda manipulación política e ideológica que el único fin que halla es el enfrentamiento entre hermanos, entre vecinos y amigos, familiares...

¿Acaso no somos todos iguales? ¿No somos seres productos de una evolución que hemos de cuidar y mimar para no extinguirnos? Para mí, estos debates hoy día son absurdos y lo que debería hacer el ser humano, supuestamente superior a las demás especies, algo cuestionable sin duda, es encontrar el camino para ir de la mano en este viaje en que no hay señalizaciones. Somos productos del azar. Tal vez cuando veamos lo que nos une como personas, que es más que lo que nos separa, diferencia, podamos llegar a ser felices con nosotros mismos. Mientras tanto, seguiremos en nuestros trece. Y, así nunca avanzaremos. Así no.


IMAGEN: PORTADA DE "EL PAÍS VALENCIANO" DE JOAN FUSTER. 

Espero que haya gustado el texto y no haber ofendido a nadie ni a ningún sector. No buscaba con este texto ofender a nadie. Como siempre, es una reflexión que hago. Buenas noches y disfrutad. 

domingo, 24 de febrero de 2013

LA JUVENTUD DEL CAMBIO, EL CAMBIO DE LA JUVENTUD

ADVIERTO: ESTA ENTRADA NO SERÁ TAN LARGA COMO LAS DEMÁS, SINO UNA BREVE REFLEXIÓN Y RELATO DE LOS HECHOS ACAECIDOS. 


Este fin de semana he podido asistir a unas convivencias o conferencias con las juventudes socialistas de Valencia y me han agradado mucho. Han sido dos días en los que, aparte de política, se ha tratado de personas, de seres humanos. Han sido unas ponencias las que allí se han expuesto que demuestran la preocupación de la gente, de los jóvenes, de nuestro futuro. 

Venían de todos los rincones, organizaciones más grandes y más menudas. Se han compartido ganas de ir hacia delante, ganas de hacer ver a nuestros superiores de qué pasta hecha está la juventud. Ha sido un buen momento para regenerar la política desde la democracia y la participación de los jóvenes, que tan mal lo tenemos ahora mismo. 

Vivimos en tiempos en que la precariedad laboral para amplias capas de la sociedad nos pincha en esa herida que parece nunca cerrar, y nos molesta y escuece, pero parece que el agua oxigenada que nos curará no parece, ni por asomo, llegar. 

A fin de cuentas, la juventud, en todo su conjunto y en toda su diversidad, creo, debería alzar su voz y hacerse oír. Debemos ser valientes para decir qué pensamos, qué sentimos y qué queremos. Nuestro futuro no lo han de decidir unos señores que, cuando nosotros tengamos 40, ya habrán estirado la pata. Nuestro futuro es nuestro y de nadie más, y por él hemos de luchar. 




domingo, 3 de febrero de 2013

LA DESVERGÜENZA DEL DESCRÉDITO

ADIVERTO: ESTE ARTÍCULO ES UNA REFLEXIÓN SOBRE EL TEMA QUE LEERÉIS A CONTINUACIÓN Y MUESTRA MI MALESTAR CON LA CLASE POLÍTICA ACTUAL Y MI INDIGNACIÓN COMO CIUDADANO

Vivimos en una época de cambios difíciles, de cambios que no se han instalado en la sociedad de una manera cómoda. La corrupción, ese cáncer metastásico que invade a la política no le está haciendo ningún favor sino oxidándola y haciendo que la sociedad repudie lo que le pertenece por naturaleza, evolución. 

Durante los pasados días salieron informaciones en un periódico de ámbito nacional sobre  unos papeles que comprometían a la cúpula del PP, e incluso a la presidencia del gobierno de España. Rajoy no salió a dar la cara hasta el día de ayer, pero no admitió ninguna pregunta de los periodistas. Era una comparecencia a puertas cerradas y televisada. Todo este asunto convulso surge cuando a Bárcenas, ex tesorero del PP se le descubren en una cuenta de Suiza o paraíso fiscal la friolera de 22 millones de euros. He ahí el momento en que las alarmas empezaron a saltar. Él, muy desfachatado, se mostraba siempre muy tranquilo, sereno, e incluso vacilón con la prensa. Al descubrir todo esto, ya se sabía que había mucho más que una cuenta en un paraíso fiscal de 22 millones de euros, que no es poco. Se sabía que había mucha más gente implicada dentro del partido, incluso gente que ya aparecía como imputada en el caso Gürtel, famoso en la Comunidad Valenciana. Todos se lavaban las manos y como decía María Dolores de Cospedal, o la Cospe como algunos la llamaban "Que cada uno aguante su vela". Pues bien, días más tarde ya aparecía en los papeles de Bárcenas, así como el presidente del gobierno Rajoy. 

La sociedad se mostraba indignada, engañada, ninguneada. Había sido tratada como un títere y ya estaba harta. Estábamos pagando una crisis que en gran, en su parte más absoluta no habíamos generado y entonces estábamos pagando sus consecuencias con impuestos elevados, con recortes, con rescates que nunca llegaban... Se nos prometió agua de borraja. Todo era una cortina de humo, como el cuento de la lechera, castillitos en el aire que de la noche a la mañana se desvanecieron cual niebla matinal. Los jóvenes habían de emigrar, dejar su país por la crisis, habían de dejar los estudios por falta de solvencia económica con que costeárselos . Había desahucios día a día, familias enteras eran echadas como perros pulgosos de sus casas por no poder hacer frente a una hipoteca que superaba en cuantía a los mermados ingresos que entraban como personas paradas o en el desempleo. La sociedad estaba mísera, estaba empobrecida en lo económico, moral y político. Y ahora el presidente del gobierno estaba imputado en un caso de corrupción y financiación ilegal. Era la era de los "Sobres". Unos sobres que no contenían esperanza e ilusión por ver luz al final del túnel. Entretanto, nadie tenía la culpa. No hacían examen de conciencia. El gobierno de turno utilizaba su mayoría absolutísima para gobernar a golpe de decreto ley. Los viernes eran días de miedos, de incertidumbres, pues se reunían los ministros para celebrar su "Consejo de Ministros". Cada vez que se reunían, España era un poco más pobre y tenía más miedo. 

La sociedad ya no puede soportar a la clase política de este país, una clase política oxidada, revenida que no hace sino desmontar lo conseguido con sangre, sudor y lágrimas por nuestros antepasados, por esos abuelos que, forzados hubieron de emigrar para enviar dinero a su país y así labrarse un futuro mejor. Lo mismo que estaba pasando entonces. Ya no podemos permitir que este gobierno oligárquico y caciquil controle nuestras vidas y haga de nosotros unos títeres. Hemos de prosperar, cambiar nuestro pensamiento, cambiar la manera en que la sociedad ve las cosas. Yo, como joven no veo que tenga un futuro lúcido en mi país. Tal vez tenga que emigrar, como muchos otros. Este país se está convirtiendo en el hazmerreír  de Europa. Y ya no podemos más. No se puede recortar en educación, porque es el futuro a mediano y a largo plazo. No podemos recortar en sanidad porque es la salud de la sociedad lo que está en juego. No podemos recortar en investigación, porque he ahí las claves del futuro y cómo podremos hacer frente a un futuro que, antaño se presentaba resplandeciente en cierto modo. No podemos recortar en cultura, porque de ahí emana el pensamiento del pueblo, tanto en música, cine, teatro, museos... Este gobierno nos lleva a un precipicio en que la caída será monumental, de dimensiones universales. Hemos de plantarles cara y decirles lo mucho que valemos, lo valientes y trabajadores que somos. No podemos dejar que la oligarquía y el caciquismo más rancios gobiernen bajo una dictadura disfrazada de democracia. 


Sed felices, luchad y nunca pereceréis, pues en vuestra valentía y mentes se halla una fuerza que aún la física no conoce. 

martes, 29 de enero de 2013

BIOLOGÍA POLÍTICA

Muchas ocasiones he leído por parte de muchos filósofos que en la política hay una parte biológica innegable e inherente a la misma, que está ahí y no podemos apartar de ella por mucho que queramos, pues debemos atenernos a que somos seres biológicos, es decir, que derivamos de una evolución biológica en que tanto la genética como el entorno han tenido mucho que ver, mucho que jugar. 

Pues bien, yo me cuestiono si esa parte de la política a la que llamamos social y que creó el hombre a lo largo de la historia contemporánea es también fruto de esa evolución neodarwiniana, de esa evolución biológica que nos dotó de un cerebro grande en relación al cuerpo y con el que podemos pensar, reflexionar, fabricar a través de nuestras extremidades... En un tiempo en que la ciencia tiene más peso y hay más estudios sobre el cerebro y la manera en que se comporta y nos hace comportarnos, descartar la biología de la política es un poco absurdo, porque las decisiones que tomamos con respecto a algo político derivan de un pensamiento que ha ido evolucionando desde los albores de la humanidad, junto con unas conexiones y neuronas, que son cuerpos puramente biológicos y cuyo funcionamiento aún no llegamos a entender del todo. El cerebro es un misterio. Y digo yo ¿"Los pensamientos que nosotros tenemos no derivan en alguna decisión de diversa índole, como por ejemplo política"? Pues, a mi parecer y con lo poco que sé de la neurobiología actual, creo que sí, pues si tomamos una decisión que concierne a un pueblo, ciudad, comunidad, nación... la estaremos tomando con nuestro cerebro, el cual es biológico en todo su ser. Es una materia gris compuesta por tejido nervioso que contiene, asimismo, neuronas, proteínas, hormonas, neurotransmisores, azúcares, sales... ADN.... 

La política, creo, se basa en su mayor parte en decisiones que tomamos de forma inmediata, de forma inconsciente, porque tu cerebro, antes de que hayas tomado cualquier decisión de la que puedas ser consciente, ya habrá decidido qué camino va a tomar la decisión que en ese momento vas a efectuar. La política, al igual que todo lo demás, precisa de un ser pensante consciente de su existencia para ser llevada a cabo, porque también hay política en las relaciones que establece un el seno de una manada de babuinos, donde hay relaciones sociales que dictaminan el rango que va a ocupar cada individuo de la misma. Ahí hay política, una jerarquía social en que cada uno ha de tomar sus decisiones pensando en el bienestar del grupo, en la especie. Cuando tomamos una decisión que concierne al grupo, hemos de pensar muy bien qué decisión tomar, porque no sólo nos afectará a nosotros, sino también al grupo, y como tal ha de sobrevivir. Y si se ha de sacrificar a un sector reducido en pos de la supervivencia de la especie, sin duda alguna se hará. Es cruel, lo sé, pero es la realidad inherente e intrínseca que lleva la política asociada a sí misma. Es pura evolución biológica. 

Por tanto, y aquí termino, creer que la política tiene algo de biología no debería parecernos nada descabellado ni absurdo. Es más, creer que la política deriva directamente de la biología es algo que deberíamos tener muy presente en nuestro pensamiento. Y aceptar eso nos ayudará mejor a comprender qué pasa en la sociedad y cómo pasa, qué mecanismos mueven esas decisiones, esos cambios de gobierno. Es pura protección para la especie. 


Espero que hayáis disfrutado leyendo esta entrada tanto como yo escribiéndola. Disfrutad y reflexionad, cuestionadlo todo. Buenas noches y sed felices biológicamente hablando.